Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

lunes, 1 de marzo de 2010



Hojas secas que al caminar sobre ellas, provocan ecos de naturalezas muertas,
sobre los caminos encuentro puertas, y me estoy fijando que todas están abiertas,
los árboles mecidos por el viento dicen que pronto vendran funestas tormentas,
en una puerta me introduzco, puerta de tranquilidad que mi mente no la inventa.



Es la puerta que necesito, así de esta manera mí espiritú por fin encuentra,
lo que sin querer siempre ha esperado, lo que con querer siempre ha necesitado,
y cuando la tormenta este pasando, seguiré los caminos que me están esperando,
la luz del sol revitaliza, y los caminos también están secando, recuerdos que sigo abrazando.


Al voltear hacia atrás dejo todo lo que me pudo hacer feliz, pero fue mejor así,
no quiero seguir viviendo por lo que nunca tendré, encontraré lo que un día perdí
mis ojos encuentran en la lejanía cascadas que calmaran la sed que por sentí,
dejo tras de mí paisajes invisibles, dejando pasos que me llevaban a lo imposible.


Volteando hacía el cielo, las nubes están cubriendo grandes inmensidades,
corazones en ellas se están también dibujando, corazones que estoy añorando,
corazones que estoy recordando...





P E N S A M I E N T O S :





Cascadas que quitan la sed y los recuerdos, que deseo siempre perduren...






En la lluvia te recuerdo, en la lluvia te añoro...







Conocerte fue descubrir que rayos de luz cubrieron mi vida...








Cuando estabas conmigo, traías tranquilidad a mis sentidos...










Estoy huyendo cada día de esta soledad,
hoy de mis manos todo se me va,
y es que sin ti, nada es igual...


Hoy me hace daño saber que no estas...


voy caminando y no se a donde ir...


Hoy de mis manos todo se me va, y no dejan de correr mis lágrimas...



Martín.



















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