En una hora nocturna nació el fruto
que te convirtió en un torrente de misterio oscuro,
mojaste en mis labios con el sabor de tu boca manchega
el elixir del amor profundo,
me escapaba del mundo y sus rotaciones
soltando penas en tus prodigiosas burbujas,
empezando a abrazar tus encuentros
para hundirme en tu presente porque a mis olvidos empujas,
sirvámonos otra mas para desearnos lo mejor de la vida
y con tus besos amores de antaño olvidar,
cerremos la puerta y déjame esconderme en cada brindis
que me ofrece tu dulce mirar,
déjame verte desplazarte sobre el vidrio
naciendo un fuego en los dos para querernos besar,
refresquemos nuestras almas tras copa y copa
olvidémonos de todo y empecemonos a amar...
Martín...