Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

sábado, 29 de septiembre de 2012

Voy a buscar...

 

Voy a buscar la nebulosa 
que me permitió escoger una estrella que no era mía,
la dejaré ahi despacio sin hacer ruido 
con los pensamientos que ahí se escuchan,
caminaré despacio deseando detener el tiempo 
para no escapar de ella
tal vez la pueda descubrir de nuevo 
en la eteriedad de eternidades insospechadas,
antes de dejarla suspendida 
como esfera adornando los crepúsculos luminosos,
la sostendré  muy fuertemente 
para guardar un poco de su luz escarchada,
la dejaré dormida y cuando despierte 
aunque no me vea sea siempre una radiante estrella,
nebulosa bendita que me permitiste tomarla, 
ahora la devuelvo a tus dominios
antes de marcharme le daré un beso 
para que sea eterno 
y que su luz siempre me ilumine...

Martín.







domingo, 9 de septiembre de 2012

martes, 4 de septiembre de 2012

Tormenta...







La tormenta empezaba en la penumbra de la noche, que se cobijaba con los pensamientos adormecidos, mientras tanto, el crujir de ramas y hojas arrastradas por el viento, golpeaban sin piedad las paredes de mi desierto, esperando avidamente el elixir del agua para atraparla en agrietadas tierras que esperaban ser renovadas, rayos luminosos capaces de traspasar murallas que atrapan inmisericorde el tiempo de mi vida, derrumbando ladrillos que se vuelven a construir de nuevo, empezando nuevamente a levantarse, creyendo que todo aquello que no es para mi
tiene que seguir su cauce, como esta lluvia abriendo caminos de  torrentes de agua, llevándose entre ella todo lo que encontró a su paso, dejando en sus orillas aquello que no pudo atrapar, miro el reloj pegado sobre la pared, la madrugada lo beso, confundiéndose el sonido de los segundos que seguidamente escucho en la penumbra con el sonido de la  lluvia que no deja de caer, dentro de poco con la salida del sol, podré mirar los árboles de mi patio que dejaron atrapadas en sus hojas las ultimas gotas de la tormenta que los mojó, las frutas esparcidas serán regalos que la naturaleza me regalo, tal vez inhale fuertemente como siempre el olor a lluvia mientras permanezco de pie frente a la ventana con mi taza de humeante café , la tormenta se irá, dejando sobre el cielo, algunas nubes esparcidas. Un rayo cae interrumpiendo el silencio, despertó al sueño que sobre una sábana se deja envolver...

Martín.