Llegó el tiempo trayendo en su alrededor
todo lo que conozco y que deseé olvidar,
se incrustó en la arena escondiendo las horas
para poco a poco hundirse en el mar,
quise ver el tiempo donde te podría estrechar,
mirarte a los ojos y poderte besar,
el agua lo cubrió y la luz del sol hizo brillar
las manecillas que giraban sin cesar,
el tiempo y la hora se unirán,
la hora manda en el tiempo y el tiempo la va a tocar,
pasadizos que guardan fortalezas para comprender
si me voy contigo o te tengo que olvidar,
aves que escapan de mi mano
dejando ir con ellas los sueños que quiero alcanzar,
envueltos en ramos de olivo
alcanzando tus cielos y tu caminar,
llega la luna apacible descubriendo aquél reloj
que las mareas se quieren llevar,
lo adhiere a la arena lo llena de bríos
lo fortaleze y no lo deja escapar,
los ciclos se cumplen quizá existan campanadas
que anuncien un feliz final,
o si para siempre el reloj detiene su tiempo
y en la arena del mar que lo quizó abrazar,
mojado en sus olas se quiso quedar...
Martín.
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