Existe un Jardín de singular encanto, en donde se escucha el canto
de oraciones que de la tierra llegan, y que cubren tan basto manto,
en ese jardín la luz nace para ir a las estrellas, no se escuchan llantos,
son tan solo oraciones de amigos, que llegan a tan bello camposanto.
Dejare a mi espíritu volar, dejare ir lo que no me sirve,
que me hace daño y me lastima, lo que me es inservible,
lo que daña, lo que a mi alma empaña y lo que es sisaña,
y ahora que dejo ir lo que me provoca desvelo, levanto el vuelo.
Lugar inhóspito que cubre a lo mas sublime del espíritu,
que como rocio cubre también al pensamiento,
si es un sueño lo que veo, tocare a esa escarcha, y aunque lo intento,
en ese sueño lo siento, pasaran las horas, le pido al sueño
que seguir ahí seria mi empeño y me despierto, si, fue un sueño.
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