Sueños nocturnos que presagian
las tormentas que no quiero sentir,
aguas que del cielo caen
y que al romperse en la piel pueden herir,
relámpagos que retratan la silueta
de la luna que quiero mirar,
luna que quiero vivir, que quiero tener,
se aleja de mi, no la puedo tocar
tréboles que arranco, me quieren decír,
"nadie como la luna te pudo querer,
caminos trazados, y ya no te puedes devolver
suerte que tuvieron de poderse conocer",
rios de agua de lluvia que siguen
su cause que en la lejania se pierden
y que sin detenerse provocan cantos al correr,
me adhiero en ese cause, en sus reflejos,
una ninfa blanca se quiere entretener,
es la luna que hermosamente caprichosa,
sobre las aguas de lluvia se puede mecer,
me despierto, fue solo un sueño de una tormenta
y la luna que en mis sueños pude tener,
volveré a dormir, tal vez de tanto pensarla
de nuevo la pueda volver a ver.
Martín.
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