Dejar ir todo aquello, que también es parte de tu vida misma,
y al irse, sera un tatuaje, que sera para siempre un estigma,
un estigma de amor que sera para toda la vida incomparable,
y que no bastara tan solo llorarle, porque sera siempre irrecordable.

De lágrimas que brotan por amores lejanos y tan imposibles,
que no se pueden besar y que a los ojos no se puede tampoco mirar,
haciendo aun el amor inextinguible de tanto amar y extrañar,
y aunque tampoco se pueda tocar, de la mano no se pueda soltar.

De días en que al cerrar los ojos se añore, y al cielo se implore,
por aquella alma que no se deja de recordar, y que su respirar,
es latente como el pensamiento que por ella no deja de suspirar,
y que una lágrima hace resbalar y a los labios hace musitar,
que tanto se le ama,
y que en su tiempo y en su vida nunca se le ha de olvidar.