Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

sábado, 26 de enero de 2013

Sueños...



Llegarón los sueños, fui hacia ellos y quise quedarme ahí por un tiempo, saldría de ellos cuando yo lo quisiera, mi gato melquiades maullaba y al escucharlo, mi mente decía que eran las hojas unidas a las ramas de los árboles, escapaba de aquella tormenta buscando guarida dentro de un tronco y esperaría ahí dentro hasta que los vientos escapaban hacía otros sueños que no me pertenecían, reynos con verdaderos tesoros fabricados con los mejores sueños donde se nacía y jamas se moría, ahí se cambiaban historias, se escogían vivencias para sembrarlas y al arrancarlas se venían adheridas en ellas, los mejores deseos convertidos en vinos tintos para brindar por ellos, los arlequines enseñaban como reír debiendo esconder lo que no se debía jamas recordar, los magos aparecían todo aquello que no se debía olvidar, fueron remansos que la vida envolvió en regalos y que al abrirlos te dió total alegría  las lanzas no pinchaban en la piel y nunca herían  eran caramelos de aquellos sueños sufrientes que se convertían en finales felices y endulzaban todos los momentos que no debieron pasar, aparecían unicornios, subía en ellos y cabalgaba hacía cascadas con las aguas hechas por la luna de su suave nácar  los duendes, delfos, y los serafines jalaban estrellas para esconderlas dentro de un cofre, se podían tomar las que quisieran todo aquél que visitaba aquel lugar, tomé tres, una para que alumbrara siempre mi oscuridad, otra que guiara el camino hacía donde seguír, una tercera para regalar, sé a quien se la voy a entregar, un sonido me despertó, el reloj dejo escapar las campanadas de la medianoche, dormiré de nuevo, la negrura de la noche es más oscura en esta hora, sólo que tres estrellas traigo conmigo, una de ellas alumbra mi oscuridad.

Martín.

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