Luna que en lo alto
vigila sigilosa los sueños nocturnos de mis desvaríos,
rayos plateados que cubren con su mirada
los minutos de mis sueños detenidos,
imaginaciones que fabrican historias de amor
en amaneceres sombríos,
que volando van furtivos,
aprisionándose a mis pensamientos fallidos,
historias que parecen no tener fin
y que a cada momento siempre veo venir,
sueños que todo lo tienen
y que a veces no tienen nada,
sueños y pensamientos
en donde sólo quiero saber porque aun siento tu piel,
porque ahora los sueños de repente
se convierten en hiel,
horas de la madrugada donde no puedo dormir,
respirando tus recuerdos en el aire nocturno,
los sentimientos y deseos oportunos
de repente llegan a mi,
trataré de llamar al sueño,
me quedaré dormido, aunque vuelva
de nuevo a soñar en tí.
Martín.
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