Gotas cristalinas que caen lentamente,
y mientras el tiempo pasa
siento que me vuelvo loco,
bueno de eso, todos tenemos un poco,
son gotas como lluvia que dan una tranquilidad
y que al dolor darán la calma,
me olvido de agujas que traspasan la piel
porque al final harán reír al alma,
que regocijada dice, aquí sigo de nuevo,
en calores y fríos, la vida me clama,
gotas que cuento sin querer,
faltan muchas por caer,
y al sueño lo hacen vencer,
y al despertar la noche cubre el ventanal
y a lo lejos puedo vislumbrar,
lamparas nocturnas que titilan sin parar
y sólo digo, gotas porque no acaban ya...
a casa por fin ya me puedo ir,
gotas gracias por todo,
aunque no lo quiero pensar ni decír
tal vez vuelva a venir,
algo les quiero musitar, hasta la última gota
les pido me puedan siempre bendecir.
Martín.
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