Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

viernes, 29 de marzo de 2013

Y todo por tu amor...



Caminando en el viacrucis observé tu rostro desencajado lleno de dolor, tu mirada observaba las caras de llantos y otras de satisfacción por verte sufrír de manera descomunal, tal vez pudiste darte cuenta, cuantos ta habían amado, y tambien cuantos mas se regocijaban con tu dolor, pero aún asi, por esos mismos te inmolabas como un cordero, la injusticia llegó como un gran verdugo, y aunque me digas que eras merecedor de ese castigo para sufragar los pecados de la humanidad, aun con todo lo que digas de mi respuesta no aceptaba tu holocausto, siguiéndote para verte de cerca, volteándo tu rostro me dijiste, yo me esfuerzo, ¡¡ahora tu perdona!!, tu sangre caía como torrente en esas calles que un día por ahí las huellas de tus sandalias también levantaron el polvo de la tierra que formaste, llevando palabra de vida como trigo esparcido para convertirse en espiga y probar el fruto de tus enseñanzas, preferí escapar de ahí y no ver mas tu dolor, pero me dijiste, ¡¡ven sigueme!!, quise verte lo mas cerca que pudiera y me dijiste ¡¡formate en el último lugar!! no, no te entiendo Jesús, me provocas, me confundes como a tus discípulos, mis pensamientos se interrumpieron al ver pasar a María tu madre, la magnitud de su dolor medido en distancia sería de las piedras que hacías a un lado con los pasos de tus adoloridos tobillos hasta el final del cielo, deseé ser un rey supremo de la corte para decir, déjenlo , pero me dijiste, ¡¡sirve!!, quise mandar para que fuera quitada la cruz de tu espalda con grietas de heridas y me dijiste, ¡¡obedece!! esta bien Jesús haré todo lo que me dices, ahora comprendo que mueres en la cruz por mi, por todos, no bastó el dolor y la humillación, bendito Jesús, y todo por tu amor.

Martín.

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