Haré lo posible por inventarme los sueños, no será algo fácil, tampoco imposible,
inventaré sueños de cielos blancos, para poner en ellos corazones como estrellas,
inventaré que las lágrimas serán solo de felicidad, y que nadie jamas sufriera,
que los terremotos son malvaviscos de colores grandiosos, que salen de la tierra.

Que en África los niños siempre ríen, que no tienen hambre que nada los dañe,
barcos de cristal llevando los sueños para alimentar el alma, y el alma lo grita,
todo es calma, Dios baja del cielo a platicar y los coros de los ángeles invitan,
a dar un paseo por los espacios, para observar la grandiosidad del gran padre.

De ríos que traen bienaventuranzas, caritas de niños en flores de añoranzas,
que dicen cantando, que no hay despedidas para siempre, que lo tenga presente,
follajes verdes que son un descanso para levantar la vista y decirle a tu mente,
que sueñe finales mejores, que la vida es siempre una bendición en cada instante.

La lluvia son solo regalos que caen del cielo, ábro algunos al oírlo no lo creo,
voces que reconozco venidas del cielo, de una señora que me dice musitando,
de tu lado partí ya hace mucho tiempo, pero aquí como tú, te sigo recordando,
la voz de un señor que me dice de tu lado me despedí, aquí te seguiré esperando,
de una niña que juega, reconozco su mirada, jamas de mi vida la he olvidado,
inventarme los sueños, relojes de arena sigan avanzando quiero seguir soñando.

Martín.