La lluvia de mi patio
canta sobre los troncos ávidos de ella,
llega silenciosa agitándose
con los relámpagos que la traen,
borrando mis huellas pintadas
en la tierra que la esperan,
estrujando con sus gotas
y amorosamente a los frutos besan,
así es la lluvia que cantando llega
cayendo de lo alto serena,
desde mi ventana se abre el telón
cuando su espectáculo empieza,
lluvia siempre tienes algo de misterio
que de ti me enamora,
cuando aparece el sol
quemando la humedad de tu fresca piel,
y sintiendo sobre mis manos
la tibia sensación de tenerte,
que has llegado y te has ido
dejándome para esperarte otra vez.
Martín.
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