Si el mar que en el mundo se derrama,
tuviera tanto amor como agua fría,
por amor se llamaría María,
y no tan solo mar como se llama...
Si la llama que el fuego desparrama,
por amor ardiera noche y día,
esa llama de amor se llamaría,
María simplemente en vez de llama...
Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario