Me he bañado en tus aguas, eres mía y de la ciudad,
eres laguna nainari, con tu azul profundo permaneces apacible,
cuando las horas pasan duermes quieta en magias indescriptibles,
atrapas a la luna meciéndola con su ejercito de estrellas,
mientras se escuchan los murmullos de duendes escondidos
entre plantas acuáticas despertando recuerdos dormidos,
levanté con mis manos el cristal de tus aguas templadas,
contemplé tus silencios y los míos adentrándome en tus recintos,
de un cielo rasgado que decidió dormir junto contigo,
escapando el eco en las alas de tus aves mis clamores vertidos,
que caen poco a poco sobre las orillas de tus verdes alfombrados,
eres mía para siempre, tomé tus aguas y junto a ti permanecí abrazado...
Martín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario