Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

domingo, 25 de abril de 2010




Noche apacible de encantamiento nocturno en que dormir no puedo,
los paisajes de los cuadros se caen sobre el piso, yo los estoy recogiendo,
bastos océanos que refrescan necesades que sin querer estoy sintiendo,
juntando palabras que el viento trae y que siempre se están repitiendo.

Mientras esto sucede, con la brisa nocturna fabricaré sucesos imposibles,
para que a partír de ese momento se conviertan en los sueños mas reales,
misiones que tienen que cumplirse, sin herirse y también sin mentirse,
escuchando corazones, buscando la luz para siempre vivír sin morirse.

No hay tiempos finales, lo que termina, siempre en algún lugar empezará,
solo existen pausas como leyes divinas, de sueños que tal vez se realizarán,
de horas de magia en donde lo irrealizable tarde o temprano se cumplirá,
en donde el reloj con sus minutos se detiene, momentos que ya no avanzarán.

Vientos nocturnos que me dicen que hay amores que jamas se apagarán,
como estelas colgadas en el basto cielo siempre en la eternidad brillarán,
las horas pasan, ahora quiero dormir, dormir pensando, dormir soñando,
dormir llorando, canciones de amor que el viento nocturno esta cantando.




Martín.
















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