Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

domingo, 18 de septiembre de 2011

Aquella casa...


Aquella casa, estaba alegre siempre,
con sus voces escondidas
que volvían con la algarabía de los adolescentes
y de aquellos padres que reían,
de aquel café que se colgaba por el ventanal
para escaparse sobre la calle
y de ese viento que llegaba refrescando
el clima de los sentimientos
y enfriando aquella sopa que
estaba sobre la mesa de madera,
para terminarla y ir al patio para subir a los árboles,
escuchándose la voz potente de aquel padre
para tener cuidado y no caer de esos maderos
de grandes troncos apuntando hacia el cielo,
aquella casa no la olvido, quizás si vuelvo,
encontraré grabadas en sus paredes,
aquellos cantos de voz de ángel
de aquella señora que era mi madre,
de aquella barda por donde volaban burbujas
llevadas por el aire perdiéndose de las miradas,
aquella casa de la infancia,
donde el latido del corazón,
tenia las mismas letras que la palabra hermano,
de aquel cometa de Manuel que parecía rosaba las nubes,
quizás podré ver de nuevo la imagen
de aquellos padres que ya no están,
quizás mejor no vuelvo, para no mover los sentimientos,
mejor es quedarme con esos recuerdos,
que todavía viven y surgen cuando vuelvo a llamarlos...

Martín.














1 comentario:

  1. me hiciste recordar a mi casa de la infancia siempre me es grato leerte besos monclova

    ResponderEliminar