Se asoman los recuerdos
del sombrero del mago
y desaparecen al instante
como en el cielo un rayo,
desafiando al presente
del pasado que lo estruja,
como queriendo despertarlo
de la madrugada que lo arrulla,
añorando la presencia
de aquella musa,
ataviada de notas musicales,
que endulzaban
sus nocturnas madrugadas,
porque la calma
y el crisol de esa alma,
permanece aún
en el tiempo de ese mago.
Martín.
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