Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

jueves, 1 de noviembre de 2012

Un adios...



En un adios dejé ir para siempre
lo que sabía que algún día debía de soltar,
y no era cobardía ni era tampoco desamor,
era simplemente la realidad misma
sabiendo que no se puede entregar mas,
cuando se puede saber que se da todo
porque pensando en alguien se puede a veces
olvidar de la existencia de uno mismo,
porque también a veces se puede amar sin tenerse
y se puede querer sin mirarse,
abriendo mi mano te dejo en libertad,
extiende tus alas, vuelta tan alto como puedas,
tan sólo voltea a mirarme,
porque quiero dejar grabada en mi mente tu mirada
como destellos que iluminen mis caminos,
 que también puedan bendecirme
y hacer de una lágrima tuya un manantial
que calme la sed al no poderte encontrar,
 las estaciones pasarán desfilando
arrancando inagotables hojas de mi calendario,
y con el lienzo de mis poemas
dibujare tal vez un corazón roto
cerca de un rió para que refresque su herida,
cure las rotaduras y sea jubiloso de nuevo,
mientras tanto las teclas del piano
se mueven diciéndome en triste melodía,
que no habrá nadie que pueda amarme como me amaste tu,
ni nadie que pueda amarte como te amé yo...

Martín.




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