Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

domingo, 4 de noviembre de 2012

El ensayo...



El ensayo en la eternidad comenzaba,
el telón del cielo se abría y aparecían las almas,
algunas se buscaban sin poderse encontrar,
el reloj de la vida de alguna de ellas avanzaba todavía
en el viento del otoño terrenal, no era el tiempo de poderse abrazar,
el espejo del mar reflejaba los rincones
de ese espacio escondido que no era fácil buscar,
 las estaciones iban y venían
y se tomaban aquellas que las almas quisieran alcanzar,
tapices de suelos blancos que las manos de los ángeles arrancaban,
eran plumas que nacían y eran lanzadas hacia la orbe terrenal,
convertidas en copos que dormían sobre montañas,
y acariciaban las hojas de los pinos y los follajes verdes
de los paisajes pintados con las acuarelas
de la mano divina que los formó,
eran ilusiones que se podían tener,
como trigo naciente que pertenecia desde siempre,
desde antes que esas ilusiones se pudieran conocer,
 poderosos guardianes que daban ánimos
convertidos en racimos de uvas que se podían llevar,  
era un mundo hermosamente descomunal,
no daba miedo la gran enormidad,
las nubes bajaron sus cortinas,
el ensayo terminó, quede ahí esperando el próximo evento,
paseé mi mirada y aun no te encontré,
seguiría esperando...

Martín...

No hay comentarios:

Publicar un comentario