Verdaderos tesoros que ahí permanecen, rodeados de versos, de muchas palabras cual joyas que resplandecen, tomando de ellas lo que nos corresponde, en acontecimientos pasados o presentes, nos llevaremos lo que mencionamos, de ayeres que ya pasaron y de aquí en adelante los presentes para ser recordados...

sábado, 21 de febrero de 2015

Rojo carmesí...


Hada convertida en rojo oscuro de un ángel caído, con las heridas de sables hundiéndose en las gargantas de tus victimas, levanta tu vuelo con alas hacia tus recintos con paredes de la sangre de tus celos enfermizos, márchate y no vuelvas con el aguijón de aquel que te hace caer y marchita el esplendor de las alas que un día lucieron llenas de luz, criatura de rojo carmesí, escóndete en tus abismos o vuela tan alto para que de nuevo luzcas como aquel destello que en la luna un día conocí, huye de tu mar rojo y no dejes mancha en los corazones de aquellos que un día te conocieron.

Martín.

viernes, 20 de febrero de 2015

Rostros desnudos...




Así como miedos y con rostros desnudos, en esas bocas provistas de cielos y palabras, con la luz en los brazos y con sombras mojándose en los vacíos, de corazones adoloridos y de espinas clavadas en los costados, quitándolos con sus besos para mitigar dolores, y no queden cicatrices enmarcadas en ausencias repentinas, separados por los miedos y angustias del pensamiento y los recuerdos que los unen, inmóviles suspendidos en el aire, porque es el amor que se desprende y dejan que en la cruz graben sus días, entre el cielo y la tierra se quedan sus tiempos detenidos, para reencontrarse y para siempre permanecer unidos...

Martín.  

jueves, 19 de febrero de 2015

Ya no estoy...


Hacia la libertad, quitando ataduras de querer poseer sin tener
 de soltar lo que es imposible querer,
de fragmentos convertidos en palabras 
que se abandonan quedándose entre el bullicio del universo 
y que ya no se puede mas retener, 
de un rostro reflejado en el espejo del basto manto acuífero, 
que observa irse de su vida lo que ya jamas se podrá reponer,
 las olas rompen y ya no estoy...

Martín.

Nuestra Historia