volveré a contemplarte...

LLuvia silenciosa que empapas lo que tocas, rompiéndote en los cristales y dejando en ellos las heridas con la fuerza de tu aliado el viento, las fuentes gustosas esperan siempre tu venida y las monedas que en el fondo yacen cumplen los deseos de los que las arrojan, reflejándose sobre ellas los relámpagos que desde el cielo gris oscuro rompen en sonido estruendoso, haciendo vibrar el lucero que permanece encendido en el horizonte, lluvia silenciosa de celestial música para los follajes verdes, nunca me canso de contemplarte, y si acaso los árboles tuviesen alma, con las notas de tu piano los adormeces, dejando caer de sus hojas, gota tras gota como cascadas frescas que van y terminan en los charcos que gustosamente los niños de la calle levantan sus oleajes al brincar sobre ellos, el cielo de esta tarde de junio se cubrirá de nuevo con tu alfombra oscura sobre ti, y el ciclo de una dulzura emocionante abrazará tus resonancias y volveré de nuevo a contemplarte, a sentir la palpitante frescura del ambiente que envuelves, a remontarme en el tiempo de mi infancia y recordar el recostarme con mi cara al cielo, dejando que las gotas rompieran cerca de mis océanos, llenándolos con tus aguas para cuando necesitara navegar sobre ellos, encontrara en sus aguas los papiros que me permitirían conocer el secreto de tus lagrimas y el fruto de tu aurora, alimentando los capullos que recién se asoman dejando sobre ellos las huellas de tus gotas, las hojas de los árboles de mi patio anuncian tu incipiente y pronta venida, de nuevo te esperaré y volveré a contemplarte.

Martín.

Un día mas...

Un día mas para seguir encontrando el "yo mismo"para escapar al mundo real en donde no existen ataduras ni imposibles que no se cumplan, árboles ataviados de hojas que al soltarse van como globos tapizando el cielo de verde, la luna se cubre de ellas haciéndose verde intenso y cuando el sol la besa la luna le regala una poesía, sus hojas caen y los ángeles recogen tantas hojas para esparcirlas sobre los patios de aquellos que las tocarán, sintiendo esa sincronía de acompañamiento mágico, abriendo la ventana del cielo para mirar extasiado todo lo que ahí se encuentra, arrancando pedazos de nubes llenas de lluvia para que refresquen los momentos cuando el sol se impregne en mi piel, cuando eso suceda, iré a esconderme bajo la sombra de la luna llena, tomaré algunas estrellas que sean lamparas en ese camino que recorreré, la luna curará las quemaduras y las cubrirá de besos, volveré de nuevo de ese mundo real, traeré sobre mi vida el polvo nacarado que cubrí con esa mágica luna, escuchando voces entre los silencios 
que se mecen caprichosos sobre la mitad de mi vida, enredado entre la luna y mi partida,
 se dejarán pasar los días, las heridas se curan y cicatrizan, el aire se respira en grandes bocanadas llenándose de él, hasta el mismo corazón, los ritmos despiadados se escaparon perdiéndose del marco de mi sentimiento, volviendo con nuevos bríos, con la fuerza divina del poder majestuoso que emana desde lo mas profundo en donde la vida apenas nace y después respira.

Martín.  

   

nunca olvidarte...

Cauteloso me acercaba a escudriñar tus pensamientos, 

me unía a ellos y aprendía a conocerte,

salías del riachuelo de luz antes que regresara, 

pero olvidabas borrar tus huellas de azules celestes,

escapabas hacia tus montes olivos, 

dejando en el aire el perfume de tu alma que los sentidos sienten,

las aguas cristalinas también hablaban de tu presencia,

 porque aun se ondulaban en magias nacientes,

levantando burbujas y que al levantarse flotando,

explotaban en palpitantes chasquidos, 

 entregándome tus besos en ese nocturnal ambiente,

la madrugada acarició la jungla, 

dormí atrapándome en tus sueños, sentí tus besos, 

mientras poco a poco, 

el sol acariciaba los horizontes,

mas tarde llegaría la noche, quizás miraría tus huellas,

quizás no, en tus besos sentí un adiós,

si ya no te encuentro, quizás también volveré a encontrarte,

y si así no sucediera, 

recordarte, sera siempre nunca olvidarte...

Martín...

Cálma...

Recuerdo cuando un niño sus palabras, 
consejos de una madre fiel y sabia 
no se olvidan para siempre quedarán, 
ellas, vuelven una y otra vez, 
como lámpara a mis pies, 
cuando siento desmayar.

Calma, que la vida no se acaba,
con el sol de la mañana volverás a sonreír, 
calma, nunca pierdas la esperanza, 
Dios permite las tormentas, siempre para bendecir. 

Yo sé que piensas que tu historia acaba, 
y que al final no ha sido cuento de hadas, 
que tus sueños no verán la realidad 
Oh, pero no, no te rindas ten confianza 
que la última palabra, Dios es quien la escribirá. 

Calma, que la vida no se acaba, 
con el sol de la mañana volverás a sonreír, 
Calma, nunca pierdas la esperanza,
Dios permite las tormentas, siempre para bendecir. 

Ohhh, eres fiel a sus promesas, 
Ya verás si sólo esperas, 
algo grande viene para ti... 

Calma, que la vida no se acaba, 
con el sol de la mañana, volverás a sonreír, 
calma, nunca pierdas la esperanza, 
Dios permite las tormentas, siempre para bendecir.

Si escuchas esta canción y lees la letra, te darás cuenta que cuando mas sólos nos sentimos atormentados por los problemas que la vida parece azotarnos en la cara y nos tumba, y las fortalezas que levantamos las vemos derrumbadas, pareciendo ser que ya nada tiene sentido, Dios está siempre a nuestro lado, animándonos para levantarnos y seguir adelante, porque aquellas cosas que pareciera que ya no tendrán solución, vendrán mas fortalezidas y serán bendiciones gigantes, tocando hasta las nubes de grandiosas, tengamos fe, Dios permite las tormentas, siempre para bendecir, y como canta un refrán, no te rindas ten confianza, que la última palabra, Dios es quién la escribirá.....

Martín.

Sueños realidad...

Pensaba en tí y te encontré sumergida 

en la orilla de mis sueños,

mojaba con mis besos las ansias de verte 

en el mar de mis recuerdos,

tomé la espuma de tu mar 

para estrujarla fuertemente en mis anhelos,

y en mi sueño te decia no despiertes, 

este es un sueño que no debemos perderlo,

beberé de tu boca el néctar marino 

y me embriagaré con mis deseos tus sentidos,

y si acaso la aurora renaciendo apenas en la lejanía 

te encuentra en mi escondida,

tomaré la luz de tus ojos para que me alumbren 

cuando hayas partido,

cuando este sueño deje de ser sueño

 y sea uno que en verdad haya existido,

y te me acercas y salpicas con fuerza

 las ganas de besarte y de besarme,

y lo hago y respondes hasta perderme 

en tus encantos y en ti extasiarme,

yo te quiero mar de mis sueños 

yo en mi corazón te llevo basta siempre encontrarte,

no calles en el sonido de las olas,
y si resbalas en la arena de mi playa,
duerme un poco mas, 

no te vayas,
 nunca dejes de amarme...

Martín.