Hoy el día amaneció pintado de color grisáceo y de agonía, y hasta mas allá de donde el sol nacía, pude ver que algo renacía, si era calma y alegría lo que a la distancia yo veía, le pedí al día, que acelerara sus pasos, para que no caminara tan despacio, y no avanzaran las horas tan tardías,
hojas de un libro que día a día daban giro y en su historia envolvían a dos seres que en la distancia y en sintonía permanecían, y al encontrarse siempre se querían,la consejería se presentó, dejando incrustar sus dardos de certeras ideas, en aquel corazón que los detenía, y en el viento de aquel lugar se escucharía, que cuando el amor de dos es muy fuerte, siempre habría a quien no le agradaría, que dos se tomen de sus manos y en un beso se dirían, lo que se amarían,
distancias que por eso, nada funcionaría, capítulos finales que en definitiva ya se escribirían, tomándose lo que a cada uno le correspondería,
el libro ahí permanece, historia de amor que se escribió, y como un verdadero tesoro, siempre a aquellas almas en sus lineas llevaría,
libro de amor, de aquel protagonista que bajo su brazo y bajo la sombra de su corazón, en aquel libro encerraría, todo el cariño de aquel ángel de amor,
que un día conocería, libro de amor que para recordar momentos mágicos, siempre llevaría, y a aquel ser nunca olvidaría...
Martín.
